Lo queramos o no, nuestras empresas están expuestas. Así que lo único que podemos hacer respecto a ello es intentar aprovecharlo. La gestión de nuestra reputación online es tremendamente importante.
Para ello, seguiremos los siguientes pasos:
- Monitorizar nuestra marca en la red: Existen multitud de herramientas de pago que nos pueden ayudar a hacerlo, pero también podemos encontrar algunas gratuitas como Google Alerts, RXL, etc…
- Una vez conozcamos nuestra reputación online, debemos definir dos líneas de actuación:
Proactiva: se basa en la generación de contenido propio.
Reactiva: consiste en el análisis de los comentarios llevados a cabo en relación a nuestra marca. Cada red tiene sus peculiaridades y el plan de acción es diferente pero básicamente debemos tratar de agrupar tipos de críticas (las herramientas de pago de las que hablábamos anteriormente funcionan muy bien en este tipo de tareas) y tratar de contestar de las de mejor posicionamiento a las de peor con el objetivo de que cuando un usuario busque nuestro negocio, aunque observe críticas negativas, podrá ver una respuesta a esta que quizás le anime a disfrutar de nuestros servicios.
Lo lógico es contestar primero a las críticas negativas, pero no debemos olvidar también hacerlo con las positivas.
Cuando decidimos exponernos en Internet, por ejemplo, abriendo una página de fans en Facebook, lógicamente buscas interacción con tu público. Ninguna empresa dispone de todas sus prácticas perfectas y siempre hay algún riesgo de ser criticado.
Internet es el lugar perfecto para que las personas expresen sus opiniones, tanto de forma positiva como negativa, y no podemos filtrar que solamente hablen de nosotros quienes tienen opiniones favorables.
Cada usuario tiene la posibilidad de expresar sus comentarios en:
- Foros.
- Blogs propios o ajenos.
- Presencia en Internet de la propia marca.
En conclusión, tenemos que arriesgarnos a la hora de iniciar nuestra presencia en la red porque, aunque en algún momento pueda tener ciertos perjuicios para nuestra marca, la reputación online siempre nos merecerá la pena, tal y como dice el famoso dicho «que hablen mal de mi, pero que hablen.»
Deja una respuesta