Si ya hemos hablado en varios de nuestros posts del SEO, no podíamos olvidarnos del SEM (Search Engine Marketing).
El Marketing Interactivo se ha visto impulsado por Internet y son estas nuevas tecnologías las que han posibilitado que este medio sea cada vez más aceptado en los planes de marketing empresarial.
Todos tenemos claro cuál es el proceso de venta, ya sea como empresarios o clientes:
SEARCH (BUSCAS)- FIND (ENCUENTRAS)- BUY (COMPRAS)
Pero para que eso ocurra, el primer paso para cualquier empresa es que consiga un buen posicionamiento en los motores de búsquedas y así, aparezca en los primeros resultados.
Como ya sabemos, estas búsquedas se rigen por palabras claves que nos sitúan en esas listas de resultados y es ahí donde aparece el SEM, que consiste en remunerar ese tipo de servicio a través del PPC (Pay per Click o pago por clic). Estos anuncios permiten llegar a los usuarios justo en el momento en que ellos realizan esas búsquedas. De hecho, un 75% de los usuarios ingresan dos o más palabras claves a la hora de realizar estas búsquedas, e incluso un 44% más de tres keywords.
Algunas de las características de estos motores de búsqueda (Google o Yahoo) y que, por tanto, influye en el SEM son las siguientes:
- Leads segmentados, en los que no buscas a tu target, sino que te encuentra.
- Desarrollo de palabras claves, títulos o descripciones.
- Seguimiento en tiempo real (y online).
- Pago cuando el cliente hace clic.
Así, gracias al SEM, localizamos a nuestro público objetivo, disponemos de un control completo de nuestras posiciones y obtenemos un alto retorno de nuestra inversión.
Por su parte, los clientes obtienen resultados de sus búsquedas y encuentran de forma rápida aquello que están buscando.
Sin duda, el SEM constituye uno de los medios más eficaces a la hora de captar a nuevos clientes, así como de fidelizar a los que ya se tienen.
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